La trufa de verano está adquiriendo cada vez más interés entre los consumidores por su delicado aroma y sabor. Tiene una excelente relación calidad-precio.
Crece en los bosques mediterráneos y su recolección se realiza entre los meses de abril a agosto.
Teniendo su punto de madurez plena a partir de los meses de calor (junio-julio).
De color exterior negro se diferencia con la de invierno por su color marrón-ocre en su interior con vetas blancas.
En su aroma recuerda a frutos secos como la avellana o nueces.
USOS Y CONSEJOS:
Con tan solo 10 gramos por persona puedes dar todo el aroma de la trufa de verano a una pasta, arroz, verduras, ensaladas, tortillas, salsas o pescados.
Las presentamos perfectamente limpia y cepillada con una calidad extra, de forma regular y corteza sin imperfecciones. Perfectas para laminar o utilizar un microrallador directamente consiguiendo así un aroma más profundo.